Mujeres
toxicodependientes en la Unión Europea
Dra. Petra Paula
Merino
1. Uso de drogas por mujeres en la
UE
Los aspectos específicamente
relacionados con las mujeres no han sido hasta la fecha examinados en los sistemas de
información de drogas de la UE. No obstante, la mayor parte de los estados miembros de la
Unión Europea se ocupan de las necesidades de mujeres toxicodependientes a través de
programas específicos, si bien tanto la oferta de tales programas como sus
características varia ampliamente.
En términos generales los hombres
usan más drogas que las mujeres. No obstante, las diferencias en el uso de drogas por
hombres y mujeres son complejas. Dicha complejidad hay que ponerla en relación con el
tipo de droga consumida, el ciclo vital, el grupo social, el nivel educacional y la
localización geográfica. Los datos de los que dispone el OEDT hablan de que entre la
edad de 15 y 16 años las chicas tienden a experimentar igual que los chicos con cannabis.
Entre 20 y 24 años, el consumo de cannabis por parte de los hombres es más alto que por
parte de las mujeres. Las diferencias de género registradas en los último 12 meses (el
informe anual del OEDT del año 2000 fue finalizado en abril del presente año) la
prevalencia referida al uso de diferentes drogas da lugar a diferencias de consumo aún
más marcadas.
El uso experimental de drogas a edades
tempranas se produce en edades inferiores en chicas que en chicos. Generalmente esto
responde a que las chicas más jóvenes tienen amigos de más edad que les inician a este
consumo experimental. A medida que la edad aumenta en las jóvenes las mujeres van
alejándose ya en los patrones de consumo ya en la cantidad de drogas consumidas de los
hombres.
Si bien en términos generales puede
decirse que el consumo de drogas es más común entre hombres que entre mujeres, factores
de tipo legal, cultural, educacional y geográfico influyen en una creciente prevalencia
de uso de drogas por las mujeres. Las variaciones de género son más marcadas allí
dónde existen fuertes sanciones legales, entre poblaciones escolares y en las zonas
rurales. Las diferencias son menos evidentes allí donde existe una aceptación extendida
al uso de drogas, como generalmente ocurre con el cannabis.
En contraste directo con las drogas
ilícitas, el uso de benzodiacepinas es más común entre mujeres que entre hombres, las
diferencias van en aumento con el aumento de la edad. Comparado con las drogas ilícitas,
el relativo bajo componente estigmatizante de los psicofármacos es notable, no obstante
las consecuencias para la salud de su uso regular.
El número de mujeres prisioneras en
Europa va en aumento. Por ejemplo, en España la población de mujeres en la cárcel se ha
casi triplicado en los últimos 10 años. No obstante, una pequeña proporción de
población carcelaria son mujeres. Datos facilitados por Irlanda y UK muestran un aumento
significativo en los niveles de uso problemático de drogas relacionados con el arresto,
este el caso especialmente para la heroína, la metadona y las benzodiacepinas. Las
facilidades de tratamiento en las cárceles de mujeres varían ampliamente. Las líneas
guía para tratar el síndrome de abstinencia de benzodiacepinas se encuentran lejos del
desarrollo alcanzado por aquellas de la heroína.
La mortalidad directamente relacionada
con el uso ilícito de drogas parece ser menos entre mujeres que entre hombres. Los datos
de que el OEDT dispone calculan que un 20%, como media europea, de mujeres fallecen por
causas relacionadas con las drogas. La tasa más alta de mortalidad masculina sólo puede
ser satisfactoriamente explicada a través del estudio de los factores contextuales y
cualitativos que rodean las muertes relacionadas con drogas.
2. Embarazo y
mujeres con hijos.
Las mujeres toxicodependinetes son
vistas cada vez más como un población que requiere un alto nivel de atención
especializada y apoyo. La mayor parte de los países de la UE reconocen que los niños
nacidos de estas madres necesitan también un cuidado especial. En todos los estados, a
las mujeres toxicodependientes se les ofrece una vía de acceso rápido a los servicios de
tratamiento, en Bélgica, Dinamarca, Francia, Irlanda, Austria, Portugal y Suecia,
servicios especializados se han ido desarrollando especialmente para estas poblaciones. La
desintoxicación no está generalmente recomendada en el embarazo. Por ello las
modalidades de tratamiento de substitución están se ven confrontadas a una revisión
específica. Para muchas de estas mujeres, no obstante, el cuidado clásico ofrecido en
las maternidades es incompatible con su estilo de vida. Por otra parte el fenómeno de la
estigmatización es especialmente fuerte en la maternidad de las toxicodependientes.
El aumento del número de hijos
nacidos de madres toxicodependientes conlleva un alto riesgo de desarrollar problemas de
adición para éstos. De cómo estos niños son afectados por el uso de drogas de sus
padres constituye un aspecto que cada vez preocupa más en la Unión Europea. Estudios
llevados a cabo acerca de las consecuencias para los hijos de toxicodependientes varían
en su metodología y en los resultados obtenidos. Mientras que unos sostienen que estos
niños, hijos de madres toxicodependientes, se ven enfrentados a inevitables y múltiples
problemas, otros estudios apuntan a la no existencia de diferencias en los aspectos
emocionales, comportamentales y de aprendizaje dentro de contextos sociales de similares
características. Otras investigaciones apuntan a las semejanzas existentes entre los
hijos de mujeres toxicodependientes y aquellas adictas al alcohol. Han sido sugeridas la
puesta en práctica medidas de intervención han sido identificadas, tales como
modificación en las condiciones de vida, mejora de las condiciones sociales y provisión
de servicios de tratamiento.
El hecho de que los hijos de mujeres
toxicodependientes convivan con su madres varía ampliamente a lo largo de la UE. No
existen políticas claras de anular la custodia de sus hijos a las madres
toxicodependientes. En Dinamarca y Suecia, países en los cuales opera la práctica de
consignar tales niños a otras unidades familiares que no la de origen, parece existir un
cambio de tendencia al promover que las madres toxicodependientes convivan con sus hijos,
promoviendo la convivencia entre los hijos y sus madres. Los países del sur de Europa
Grecia, España, Portugal e Italia tienden a confiar en la familia extensa el cuidado y
educación de estos niños.
3. Tratamiento
El ratio hombre/mujer en tratamiento
tiende a ser menor a 1:3. No obstante las mujeres que entran en tratamiento tiendan a ser
más jóvenes que los hombres. Las diferencias de proporción de mujeres y hombres en
tratamiento aumenta con la edad. Más que indicar que las mujeres son tratadas con más
éxito, estas cifras indican que las mujeres con problemas de drogas está
subrepresentadas. En Bélgica una investigación que usó como metodología la técnica de
bola de nieve reveló que la razón de problemas de uso de drogas en mujeres es más
elevada de aquella que indican los datos oficiales de tratamiento. Una de las razones
principales para la baja representación de mujeres en tratamiento tiene que ver con la
maternidad. Ente 18 % y el 75 % de las mujeres clientes de los servicios de tratamiento
tienen al menos un hijo. Las cargas familiares harían difícil su enrolamiento en el
tratamiento. Otra barrera es el temor a ser etiquetadas como madres irresponsables.
Tan sólo algunos países ofrecen
servicios específicos a mayor escala para mujeres. Este es el caso de Alemania y
Portugal, en este ultimo existen servicios específicos en las cárceles de mujeres, como
guarderías que hacen posible la permanencia de las madres con sus hijos.